Marta, cincuenta y cuatro años, empresaria en el sector de la moda, está separada del dermatólogo Manolo Velasco quien la dejó para irse con Cristina Espejo, una conocida presentadora de televisión. Desde entonces Marta vive pendiente de su trabajo y de sus tres hijos: Quique, Pablo y Paloma.
Cuca, amiga de Marta es todo lo contrario, vive según cae, no trabaja, tiene una abultada cuenta corriente y sus únicas obligaciones son dejar de fumar, lo que no consigue, adelgazar, otro imposible, y separarse de Pepe, su infiel marido.

Tere, separada y con un hijo, y que ha pasado de los cuarenta, decide pasar un fin de semana con su ex en El Escorial. Paco, su pareja, joven escritor, recibe la visita de Javi, guitarrista de un grupo de pop al que le ha abandonado su novia. Por sorpresa aparece Chity, antigua novia de Paco que le propone una noche prematrimonial tórrida y de alto voltaje. Con todo esto la comedia está servida.

El 16 de marzo de 1914, Henriette Caillaux, esposa del entonces ministro de Finanzas Joseph Caillaux, asesinaba de cuatro tiros a Gaston Calmette, director del diario Le Figaro. Una vez cometido el crimen, la asesina no intentó en ningún momento escapar, y permaneció junto a su víctima hasta que llegaron los gendarmes. Sin embargo, cuando estos fueron a detenerla, no permitió que la esposaran, y dijo una frase que se haría célebre: «¡No me toquen! ¡Yo soy una dama!».
Pero lo era realmente?… ¿Quién era, en re- alidad, Henriette Raynouard, conocida como ma- dame Caillaux?… ¿Una dama o una aventurera?
La historia de este crimen que conmovió a la opinión pública, será contada a dos voces por F. Robinaux, modesto gacetillero de un semanario sensacionalista, y por Justine Boucher, compañera y secretaria de Henriette.
El marco del relato, el París de la Belle époque, cuando Francia era el corazón de Europa y París, la capital del mundo.